Si hay un nexo de unión entre el Tarot y la Astrología, este es los 4 elementos, puesto que ambos lenguajes sagrados contienen dentro de su estructura los 4 elementos.
Los 4 elementos son las fuerzas esenciales de la naturaleza que hacen que el mundo sea mundo. Para las culturas occidentales, esta división del mundo en 4 tipos de energía proporciona una explicación a los diferentes estados de la realidad. Ya los filósofos presocráticos de la Antigua Grecia hicieron referencia a los 4 elementos como compuestos básicos del mundo. Fue Aristóteles el que le dió el nombre de «elementos» a estos 4 tipos de energía. Además, Aristóteles hablaba de un quinto elemento llamado Éter o Quintaesencia o Sustancia Primordial, que sólo se encontraba presente en el espacio y los cuerpos celestes. Hoy en día, los físicos cuánticos creen que el Campo de Higgs podría ser el moderno éter, pero con un matiz. En este vídeo de sólo 2 minutos Frank Close explica esto con suma sencillez, también te dejo un enlace a la entrevista que Eduard Punset hizo a Frank Close.
Si ponemos nuestro foco en la psicología, el trabajo de Carl G. Jung está basado en los 4 elementos, los cuales utiliza para definir cuatro tipos psicológicos, según la función que primase sobre el consciente: son las funciones de sentimiento (Agua), pensamiento (Aire), sensación (Tierra), e intuición (Fuego). La teoría de Carl G. Jung defendía que la parte consciente de cada persona contenía estas 4 funciones pero que existía una tendencia a desarrollar una por encima de las demás. Dependiendo de cuál de las 4 funciones predominase sobre las demás Carl G. Jung definía una personalidad o tipo psicológico determinado. Aristóteles defendía un principio parecido, para él, el Ser humano estaba conformado de las 4 energías pero en diferente proporción y en función de esa composición la persona era de un tipo u otro.
Desde el punto de vista terapéutico, tanto el Tarot como la Astrología, nos ofrecen una visión del mundo y de nuestro mundo interno, de nuestra psique o personalidad, y ambos lenguajes sagrados se basan en los 4 elementos.
En cuanto a la Astrología los signos y las casas se asocian a cada uno de los elementos. Así tenemos:
- El Rojo representa el Fuego. Los signos asociados son Aries, Leo y Sagitario. Y las casas son la I, la V y la IX.
- El Verde representa la Tierra. Los signos asociados son Tauro, Virgo y Capricornio. Y las casas son la II, la VI y la X.
- El Amarillo representa el Aire. Los signos asociados son Géminis, Libra y Acuario. Y las casas son la III, la VII y la XI.
- El Azul representa el Agua. Los signos asociados son Cáncer, Escorpio y Piscis. Y las casas son la IV, la VIII y la XII.
En lo que se refiere al Tarot los elementos aparecen representados en diferentes cartas por diferentes objetos en lo que atañe a los Arcanos Mayores. Así, nos encontramos que la mesa del AM El Mago contiene una representación de los 4 elementos y , por ejemplo, el AM El Mundo también hace una referencia a los 4 elementos representando a un ser/personaje en cada una de las esquinas. Aquellos que quieren relacionar íntimamente el Tarot con la Astrología dicen que son los 4 signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario), pero creo que es rizar demasiado el rizo. Personalmente, opino que ese esfuerzo por hacer conexiones entre Tarot y Astrología es, la mayoría de las veces, muy forzado, y aunque estos dos lenguajes sagrados tienen cosas en común, por ejemplo, como estamos viendo , los elementos, no existen correspondencias directas.
En lo que respecta a los arcanos menores, la correspondencia es clara, puesto que cada palo se asocia con un elemento:
- Bastos con Fuego
- Espadas con Aire
- Copas con Agua
- Oros con Tierra
Ahora, vamos a ver en detalle qué significa cada tipo de energía de forma breve:
Fuego – la energía del fuego se asocia con una energía muy fuerte de deseo. Es la energía que nos invita a actuar y a ir a por aquello que queremos. Está hecha de pasión, de fuerza, y también de individualidad. Es decir, de ganas de expresar nuestra personalidad. Es la energía que se relaciona con la inspiración y, también, con las aspiraciones elevadas. Es la energía que desea avanzar, aventurarse y ser pionera. Podemos utilizar esta energía cuando deseemos conseguir algo.
Tierra – la energía de la Tierra es una energía práctica, estable, organizada. Le gusta la seguridad, lo conocido y el control. Es la energía a la que recurrimos cuando necesitamos sentirnos soportados, estables, o cuando necesitamos llevar algo al plano de la realidad material, como una idea o negocio. Es la energía que tiene que ver con lo físico, con lo orgánico, por lo tanto, con el cuerpo. Es la energía del trabajo, del esfuerzo, pero también del goce de los sentidos, es decir, los masajes, las caricias, la comida, la bebida… Utilizaremos esta energía cuando necesitemos materializar algo.
Aire – la energía del Aire es rápida, volátil, dispersa. Es la energía que se asocia con la comunicación, con las relaciones y con los pensamientos. Es pura energía mental. Es la energía en la que vivimos el hemisferio izquierdo, es decir, la lógica, la información, … Y, además, es la energía con la que comunicamos nuestras ideas, nuestros pensamientos y la que utilizamos para compartir información con los demás. Es una energía chispeante pero poco profunda. El Aire supone una energía cambiante, que va de un lado a otro con extrema rapidez. Utilizaremos esta energía cuando queramos relacionarnos con otras personas o comunicar información, compartir ideas y pensamientos, …
Agua – la energía del Agua es intensa, es emocional, puesto que está hecha de emociones y sentimientos. Es una energía adaptable, cambiante, se adapta al entorno en el que está, se funde con él. Es una energía muy sensible y empática, pero muy voluble. Es, quizás, el elemento que más nos cuesta controlar a las personas, y es el foco de actuación de todas las terapias. Es el elemento que nos lleva directamente al inconsciente, por eso es tan importante hacerse cargo del mundo emocional. Utilizaremos la energía del Agua cuando deseemos conectar de forma profunda con las emociones propias o ajenas, o cuando queramos navegar por el inconsciente.
Con la Astrología se puede realizar un análisis de elementos tanto por signo como por casa, que nos permite conocer la composición de la persona y ayudarla a aprender su forma de funcionar en la realidad. Te recomiendo que leas este artículo para que sepas un poco más de lo que se puede conseguir con este análisis. También te recomiendo este artículo si lo que quieres es saber qué puede hacer la Astrología por ti.
Con respecto al Tarot, se puede conocer la composición de elementos de la situación planteada por el consultante, así como, podemos conocer qué tipo de energía necesita en un momento determinado. Si quieres saber para qué sirve el Tarot no te pierdas este artículo.
Incluso con ambos lenguajes sagrados se puede «llamar» a un tipo de energía para conseguir un propósito concreto.
Si crees que podría ayudarte entendiendo mejor tu composición de elementos o necesitas que te enseñe a «llamar» y utilizar un determinado elemento no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de ayudarte a través de las diferentes terapias que ofrezco.