Shinrin Yoku, el arte de los «baños» de bosque

Si has pasado recientemente por una librería te habrás encontrado con muchos libros que hablan de bosques, en especial, de lo que se conoce como «baños» de bosque.

Hace ya mucho tiempo que Oriente fascina a Occidente, uno de los últimos países a unirse a la lista de países fascinantes ha sido Japón, debido a que hasta mediados del S.XIX fue un país con una política aislacionista. En los últimos años parece que hay un incremento de la fascinación por la cultura japonesa en nuestro país. Los japoneses son habitantes de un conjunto de islas donde el terreno es frondoso y verde, por lo que en Japón se venera la naturaleza: es habitual ver plantas en macetas delante de las casas, los jardines japoneses son maravillosos y están exquisitamente cuidados, y, además, tienen muchas fiestas relacionadas con la admiración por los eventos naturales, como es el florecimiento de los Sakura (los cerezos).

Una de las actividades que veneran los japoneses de forma cotidiana son los paseos por los bosques, dándose «baños» de bosque. Es decir, entrando en contacto con la energía de los bosques, permitiendo que el entorno natural nutra el cuerpo de «qi» (o prana, o energía vital). A esta actividad se la conoce con el nombre de Shinrin Yoku. En Japón, existe todo un departamento del gobierno nipón que estudia los beneficios de el Shinrin Yoku. Incluso hoy en día se habla de medicina forestal, si deseas saber más sobre este tema te invito a que leas este interesante artículo.

Algunos de los beneficios que produce el Shinrin Yoku son: reduce los niveles de estrés, el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, favorece el sueño y los estados de relajación y atención plena, refuerza el sistema inmunológico, mejora el estado de ánimo y la vitalidad, favorece la concentración, …

En la sociedad en la que vivimos puede ser muy complicado poner en práctica el Shinrin Yoku, pero hoy me he propuesto ofrecerte alternativas para que tú también te beneficies de esta maravillosa práctica ancestral japonesa, adaptándola a tu vida y entorno. Nada va a sustituir el «baño» de bosque, pero puedes realizar pequeños cambios que te acerquen un poco a esta práctica tan beneficiosa.

1) No siempre disponemos de un bosque cerca de casa, o de una casa con jardín. Pero siempre podemos tener plantas en casa que nos permitan recibir ese «qi» y todos los beneficios de la naturaleza. Así que decora tu casa con plantas, que sean variadas. Cuídalas, riégalas, ponles música y háblales, medita a su lado, y, sobre todo, agradéceles que compartan tu espacio, que generen oxígeno y que le den un toque tan bonito a tu hogar. Verás que en unas pocas semanas notas la diferencia, vas a conseguir relajarte más en casa, dormir mejor, te sentirás más vital, …. Y si eres afortunad@ y tienes terraza o jardín llénalo de plantas y sal a diario a disfrutar de ese «baño» de naturaleza.

2) No te limites a poner plantas, escucha sonidos de la naturaleza en tu reproductor de música. Genera un ambiente adecuado en tu hogar o lugar de trabajo que consiga que te sientas en la naturaleza. Existen CD’s, canales de youtube, e incluso plataformas como Spotify tienen en su catálogo este tipo de «música», hasta he encontrado apps que reproducen sonidos de la naturaleza como lluvia, olas del mar, pájaros cantando, ruidos de la selva, riachuelos, … Te propongo este álbum de Spotify.

3) Si no puedes ir a un bosque, trae el bosque a casa en forma de láminas, de murales, de fotografías, … Puedes comprar marcos en tiendas de decoración y comprar alguna revista sobre naturaleza y hacer tus propios cuadros. Incluso puedes hacer una excursión fotográfica al bosque donde obtener material para crear tus propios cuadros.

4) Tomar té es otra vía para acercarte al Shinrin Yoku. Durante un tiempo tuve un comercio, cerca del cual tenía la suerte de tener una maravillosa tienda de tés. Cuando tenía un mal día, hacía lo que yo llamaba el “momento Té”, elegía un té delicioso de los que había comprado, lo preparaba con cariño y me lo tomaba con la intención de cambiar la energía negativa por positiva… y ¡funcionaba!. Hoy entiendo el porqué funcionaba: hacía mindfulness, es decir, me centraba en el ritual del “momento Té” y me permitía ver las cosas desde la taza de té, es decir, cambiaba mi perspectiva. Pero, además, hacía un “baño” de bosque. El té me conectaba con el lugar de la naturaleza del que había salido ese delicioso té.

5) Otra de las formas de beneficiarte del Shinrin Yoku sin ir al bosque es ¡con la aromaterapia!. El olfato es el sentido que conecta de forma más directa con el cerebro. En particular, con la parte del cerebro que nos conecta con el inconsciente, que se conoce como cerebro reptiliano. Oler un aroma activa el cerebro reptiliano. Por eso somos capaces de evocar todo un recuerdo perdido en la memoria con sólo oler un aroma familia: como el perfume de un ser querido, como el aroma a vainilla del bizcocho de la abuela, como el aroma de las mandarinas en una tarde de verano, … También tenemos malos recuerdos asociados a olores, y el hecho de volver a olerlos nos recuerda la experiencia negativa que hemos tenido, incluso se ha detectado que se producen cambios bioquímicos en el cuerpo ante el olor. La gran noticia es que podemos utilizar esta capacidad de nuestro combo olfato+cerebro y reproducir el aroma de un bosque con aromaterapia. El efecto de oler una sinergia aromaterapéutica que nos evoque un bosque será parecido al de estar físicamente en él, gracias a la capacidad de nuestro cerebro de trasladarnos sólo con el olor. Te voy a proponer una «sinergia Shinrin Yoku» que te trasladará a un bosque. Una vez que la elabores sólo tienes que olerla desde el frasco o bien añadirla a un difusor ultrasónico (¡no de agua!). también puedes humedecer con la mezcla un pañuelo para olerla a lo largo del día o bien comprar un inhalador y añadir unas gotas.

Para elaborar tu mezcla personalizada te voy a proponer variaciones para que seas tú quien elija:

Para 10 ml de fórmula:

* 8 mi de mezcla de los siguientes aceites: (puedes poner sólo uno, dos, ¡o todos!)

  • Ciprés – Orienta los pensamientos hacia lo esencial. Nota aromática carácter de hoja y madera: presencia, estabilidad emocional, reconforta, revitaliza.
  • Abeto negro – Fomenta la pasión por la vida y estimula las endorfinas. Nota aromática carácter de hoja y madera: presencia, estabilidad emocional, reconforta, revitaliza.
  • Pino de Siberia – invita a respirar hondo, para cuanto necesitamos reconectar con la naturaleza. Nota aromática carácter de hoja y madera: presencia, estabilidad emocional, reconforta, revitaliza.
  • Cedro del Atlas – Fuerza, centrar, enraizamiento, equilibrio. Nota aromática carácter de madera: presencia, estabilidad emocional, reconforta, revitaliza.
  • Tsuga de Canadá – aporta fuerza vital. Nota aromática carácter de hoja y madera: presencia, estabilidad emocional, reconforta, revitaliza.

*1 ml de cualquiera de las siguientes esencias de cítrico:

  • Limón – buen humor y alegría. Nota aromática cítrica: dinamismo, optimismo, alegría, buen humor.
  • Bergamota – optimismo y alegría. Nota aromática cítrica: dinamismo, optimismo, alegría, buen humor.
  • Pomelo – buen humor y optimismo. Nota aromática cítrica: dinamismo, optimismo, alegría, buen humor.
  • Naranja dulce ó Naranja amarga – Reconfortante, da ligereza a la vida. Nota aromática cítrica: dinamismo, optimismo, alegría, buen humor.

* 1 ml de cualquiera de los siguientes aceites esenciales o resinas:

  • Vetiver – enraiza ancla en el aquí y ahora. Nota aromática carácter de raíz: aroma intenso, amaderado, terroso y a veces ahumado
  • Incienso – aporta una sensación reconfortante y hace que nos sintamos arropados. Además, favorece la meditación. Nota aromática resina: aroma profundo.
  • Mirra – levanta el ánimo y reconforta los corazones heridos. Nota aromática resina: aroma profundo.

Por ejemplo tu mezcla personalizada podría ser:

Si deseas saber más sobre Aromaterapia contacta conmigo para que te informe de las fechas del Curso Aromaterapia Práctica Nivel Usuario.

Independientemente de que apliques todas estas opciones en tu día a día, te recomiendo que al menos una vez al mes, o cada 15 días, vayas a encontrarte con la naturaleza, ya sea en un parque, en la montaña, o cerca del mar. Abraza árboles, túmbate en el césped, respira profundamente y, sobre todo, ¡disfruta del momento!.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.